Sus propiedades antioxidantes se suman a sus beneficios para las personas con diabetes, por lo que esta infusión es ideal para reforzar nuestra salud
El té verde es una bebida consumida en China desde hace milenios y muy valorada por la medicina tradicional gracias a sus numerosos beneficios para la salud. Sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, antiaterosclerosis, antidiabetes y su capacidad para reducir el envejecimiento de la piel la convierten en una infusión ideal para reforzar nuestra salud y bienestar general. La doctora Katherine Marengo, dietista en el Centro Médico de Nueva Orleans, en Luisiana (EEUU), recoge las propiedades del té verde.
Esta bebida es particularmente rica en antioxidantes, unos compuestos que ayudan a proteger las células del daño causado por los radicales libres. Estas moléculas pueden dañar las células y contribuir al envejecimiento y al desarrollo de diversas enfermedades crónicas. Los antioxidantes del té verde, como las catequinas, son especialmente efectivos en la neutralización de estos radicales libres. La epigalocatequina galato (EGCG) es la catequina más abundante y potente en el té verde, y se ha demostrado que tiene efectos protectores contra el cáncer, enfermedades cardiovasculares y otros trastornos degenerativos.
El té verde también posee propiedades antiinflamatorias significativas. La inflamación crónica es un factor contribuyente en muchas enfermedades graves, incluidas las enfermedades cardíacas, la diabetes y el cáncer. Los polifenoles del té verde, en particular la EGCG, tienen la capacidad de reducir la inflamación al inhibir la producción de sustancias proinflamatorias en el cuerpo. Al reducir la inflamación, el té verde puede ayudar a aliviar los síntomas de enfermedades inflamatorias crónicas y mejorar la salud general.
Prevención de aterosclerosis
Por otra parte, la aterosclerosis es una condición en la que las arterias se endurecen y estrechan debido a la acumulación de placa, aumentando el riesgo de enfermedades cardiovasculares como ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. El consumo regular de té verde puede ayudar a prevenir la aterosclerosis debido a su capacidad para mejorar la salud de los vasos sanguíneos y reducir los niveles de colesterol LDL (conocido como el colesterol “malo”). Los antioxidantes presentes en el té verde ayudan a prevenir la oxidación del colesterol LDL, un paso clave en la formación de la placa aterosclerótica. Además, los compuestos del té verde pueden mejorar la función endotelial, lo que contribuye a mantener las arterias flexibles y saludables.
El té verde también ha demostrado ser beneficioso para las personas con diabetes o aquellas en riesgo de desarrollar la enfermedad. Los estudios han mostrado que los polifenoles del té verde pueden mejorar la sensibilidad a la insulina y regular los niveles de azúcar en la sangre. La EGCG, en particular, puede ayudar a aumentar la absorción de glucosa en las células musculares, lo que reduce los niveles de azúcar en la sangre. Además, esta infusión puede ayudar a prevenir las complicaciones de la diabetes al proteger las células y los tejidos del daño oxidativo y la inflamación.
El té verde también es conocido por sus efectos beneficiosos sobre la piel. Sus antioxidantes y propiedades antiinflamatorias ayudan a proteger la piel contra el daño causado por los rayos ultravioleta (UV) y otros factores ambientales que aceleran el envejecimiento de la piel. El consumo de té verde puede ayudar a reducir la aparición de arrugas, manchas y otros signos de envejecimiento al neutralizar los radicales libres y reducir la inflamación. Además, puede mejorar la elasticidad y la hidratación de la piel, lo que contribuye a una apariencia más juvenil y saludable. Los productos tópicos a base de extracto de té verde también pueden ser efectivos en el tratamiento de afecciones cutáneas como el acné y la dermatitis.
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Carmen Moreno. – Asistente Web Digital