La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, rompió este jueves con el expresidente en una escandalosa jornada política.
El expresidente de Argentina, Mauricio Macri, detonó esta semana una pelea con el mandatario Javier Milei que tensa el clima político en medio de la grave crisis económica que padece el país sudamericano.
La disputa impactó de lleno en Propuesta Republicana (Pro), el partido conservador que este jueves tuvo una cumbre que terminó de manera escandalosa, ya que significó la ruptura política entre Macri y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien hoy es una aliada incondicional de Milei.
El vínculo entre Macri y Milei, basado en sus coincidencias ideológicas, tuvo oscilaciones desde que el libertario asumió la presidencia en diciembre pasado, pero terminó de estallar el miércoles con un mensaje en redes sociales en el que Macri le reclamó que le devuelva a la ciudad de Buenos Aires millonarios fondos de coparticipación impositiva.
«El sacrificio que están haciendo todos los argentinos requiere de un gobierno ejemplar, que cumpla la ley de la misma manera que la exige», advirtió el escrito en el que Macri recordó que apoyó a Milei incluso antes de que ganara las elecciones presidenciales.
También subrayó que los votos de los legisladores del Pro, su partido, fueron fundamentales para que el Congreso por fin aprobara la semana pasada la Ley Bases, uno de los proyectos estratégicos de Milei.
El posteo de Macri desató una fuerte polémica, ya que ratificó los rumores publicados por analistas políticos que anticiparon que, después de que saliera la Ley Bases, el expresidente comenzaría a despegarse del Gobierno.
La demanda de Macri tiene que ver con que la ciudad de Buenos Aires es el bastión del Pro, partido que la ha gobernado desde 2007.
El actual jefe de Gobierno es Jorge Macri, primo del exmandatario, quien necesita los recursos financieros que Milei le niega al igual que al resto de los gobernadores. Se trata de un monto de alrededor de 600.000 millones de pesos (unos 650 millones de dólares).
Además, también corona la larga secuencia de desacuerdos que Macri y Milei arrastran desde las campañas presidenciales del año pasado.
Historia
El pasado 26 de octubre, al día siguiente de la primera vuelta electoral, Macri y la entonces candidata presidencial del Pro, Patricia Bullrich, anunciaron su apoyo a Milei en el balotaje que le terminó ganando al exministro de Economía, Sergio Massa.
Desde entonces, se especuló con la posibilidad de que el Pro le copara el Gobierno a Milei y que Macri ejerciera el poder en las sombras o que, por lo menos, designara a los principales ministros.
Nada de ello ocurrió, porque Milei se negó a compartir el poder con Macri y con el Pro, el cual, a su vez, quedó resquebrajado porque un sector partidario jamás estuvo de acuerdo con aliarse a la ultraderecha.
De hecho, Milei hizo a Macri a un lado y negoció por su cuenta con Bullrich, a quien designó como ministra de Seguridad; y con el exministro de Finanzas, Luis Caputo, actual ministro de Economía.
Bullrich y Caputo se distanciaron de Macri y el Pro quedó al borde de la extinción porque las encuestas demuestran que hubo un éxodo de sus votantes hacia La Libertad Avanza, el partido de Milei.
Sin embargo, el Pro todavía cuenta en el Congreso con diputados y senadores que Milei necesita para aprobar leyes. Por eso, en los primeros meses de Gobierno, actuaron como aliados.
Pasada la Ley Bases, el pacto ya se rompió debido a la pelea entre Macri y Bullrich, la excandidata presidencial que decidió abandonar a su exjefe político para convertirse en socia de Milei.
La interna
La disputa política se acentuó el fin de semana, luego de que Milei afirmara en una entrevista que «la fusión» entre el Pro y La Libertad Avanza se dará de manera natural en las elecciones legislativas del próximo año.
En respuesta, la macrista Fundación Pensar publicó el lunes un documento con críticas a Milei en el que advirtió que, casi siete meses después de haber asumido, «hay más interrogantes que certezas» sobre el rumbo económico.
Luego vino el posteo de Macri que fue respaldado por el diputado Cristian Ritondo, quien informó que ya habían interpuesto formalmente un reclamo para que Milei le pague a la Ciudad de Buenos Aires los fondos de la coparticipación.
«El cumplimiento de las decisiones judiciales es imprescindible para asegurar la estabilidad institucional», agregó al postear un comunicado que no cuenta con las firmas de otros diputados del Pro alineados con Bullrich y Milei, como Damián Arabia, Fernando Iglesias y Hernán Lombardi.
En medio de este clima de confrontación, este jueves se llevó a cabo una cumbre para repartir los cargos en el Pro.
El acuerdo previo era que Macri sería el presidente del Consejo Nacional y Bullrich, titular de la asamblea partidaria, pero los medios argentinos revelaron que el expresidente vetó el nombramiento de la ministra de Seguridad, lo que intensificó la guerra interna.
«No vamos a dar marcha atrás. Decidimos apoyar a Javier Milei porque si el cambio no se daba ahora, nos hundíamos», escribió Bullrich esta mañana para convencer a los militantes del Pro de sostenerla como parte de la dirigencia del Pro y de apoyar sin condiciones a Milei.
Pero no lo logró. Macri ya había operado políticamente para controlar la conducción del partido, por lo que los militantes de Bullrich abandonaron la reunión entre gritos y portazos.
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Carmen Moreno. – Asistente Web Digital