El cártel de los Balcanes se ha alzado como el nuevo rey del narcotráfico en Europa y sus ramificaciones ya han sido detectadas en nuestro país
La cocaína es, tras el tabaco, el alcohol y el cannabis, la droga más consumida en España y una de las preferidas por los europeos. Hasta hace bien poco, nuestro país, a través de puertos como los de Valencia o Barcelona, era una importante vía de entrada de la cocaína que las mafias del narcotráfico importaban desde Latinoamérica, pero a tenor de las últimas operaciones policiales el panorama parece haber cambiado.
Una de las claves en este nuevo escenario es el alzamiento del cártel de los Balcanes como el nuevo rey del narcotráfico en Europa. Fuentes de la lucha antidroga de la Policía Nacional revelan que esta organización, que agrupa mafias y clanes de países como Albania, Serbia o Croacia, “ha desplazado” a los históricos cárteles mexicanos y colombianos. Lo ha logrado en apenas cinco años -especialmente tras la pandemia- y protagonizando un hito en las dinámicas del tráfico de drogas a escala internacional: sus integrantes controlan el negocio desde la producción del estupefaciente en Colombia.
Los expertos de la Policía Nacional explican que “son los primeros” narcos que se atreven a establecer línea directa con los cárteles latinoamericanos, a quienes pagan para controlar el proceso antes de que la droga ponga rumbo a continente europeo. Así, según resaltan los agentes, evitan “intermediarios”, lo que optimiza la rentabilidad del negocio y reduce la posible aparición de “puntos débiles” en las operaciones.
El cártel de los Balcanes se ha aprovechado de la prohibición de fumigar con químicos como el glifosato las plantaciones de coca en Colombia. Esa medida supuso una sobreproducción de estupefaciente que se agudizó con la llegada de la pandemia, ya que los agricultores siguieron produciendo como de costumbre, unas tres cosechas al año, pese a que los cárteles después no podían dar salida a tanta cocaína.
Entre 18.000 y 20.000 euros
Las mafias han ido dando salida a todo ese estupefaciente, que ha inundado Europa y España de polvo de color blanco. Esa sobreproducción ha provocado una progresiva caída del precio del kilo, que en nuestro país ya alcanza mínimos históricos. En este momento, se paga a una media de entre 18.000 y 20.000 euros, según las fuentes consultadas. Antes de la pandemia, el precio se situaba en torno a 35.000 euros. No obstante, el valor del gramo de cocaína en la calle no ha variado y continúa pagándose a unos 60 euros.
Pero lo que más preocupa a los líderes de la lucha antidroga es el intento de los grandes cárteles del narcotráfico por asentar puntos de producción en España. La Policía Nacional ya había detectado que estas organizaciones habían puesto el punto de mira en nuestro país, pero las sospechas se han confirmado tras desmantelar cuatro laboratorios de diferentes drogas sintéticas en lo que va de año.
En cuanto a la cocaína, la Policía descubrió a mediados de este mes de mayo un macrolaboratorio de esta sustancia que había instalado el clan Farruku, célula del cártel de los Balcanes, en un chalé ubicado en la provincia de Tarragona. Los narcos traía de Sudamérica la materia prima de la cocaína impregnada con otras sustancias en recipientes prácticamente indetectables. La pureza de la droga era del 97 por ciento.
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Carmen Moreno. – Asistente Web Digital