El regalo envenenado de Occidente a Rusia para celebrar el tercer aniversario de la guerra en Ucrania

Un regalo en forma de sanciones ha llegado este lunes a Rusia desde Occidente para celebrar el tercer aniversario de la guerra contra Ucrania, que comenzó cuando las tropas de Vladímir Putin comenzaron la invasión del territorio ucraniano.

La Unión Europea (UE) ha aprobado formalmente un nuevo paquete de sanciones contra la llamada «flota fantasma» rusa, que ayuda al Kremlin a esquivar las restricciones impuestas al comercio de petróleo. Ha añadido 74 buques a la lista de aquellos a los que se les prohíbe acceder a puertos europeos o recibir una amplia gama de servicios relacionados con el transporte marítimo.

El Consejo de la UE ha añadido igualmente 53 nuevas entidades a la lista de las que apoyan directamente al complejo militar e industrial de Rusia en su guerra de agresión contra Ucrania. Estas tendrán restricciones adicionales sobre la exportación de bienes y tecnologías que puedan mejorar las capacidades de defensa de Rusia, incluyendo precursores químicos y compuestos utilizados para guiar drones.

Entre las medidas también destaca la suspensión de las licencias de radiodifusión en la UE a ocho medios de comunicación rusos bajo control del gobierno de Putin. Asimismo, se ha ampliado la prohibición de vuelos de aerolíneas sancionadas y se han reforzado las restricciones al transporte de mercancías por carretera dentro de la UE si están relacionadas con operadores rusos.

Australia impone el «mayor» paquete de sanciones desde el inicio de la invasión

El Gobierno de Australia también ha anunciado este lunes un nuevo paquete de sanciones contra Rusia que, según sostiene, es «el más grande» desde entonces, con restricciones de visado para 70 personas y sanciones financieras a 79 entidades.

 personas que apoyan a las Administraciones ilegales de Rusia en el este de Ucrania y Crimea (territorios ocupados), incluidos los llamados ‘ministros’, jueces y fiscales, y personas responsables de la violencia sexual relacionada con el conflicto y la deportación forzada de niños ucranianos».

Asimismo, las sanciones tienen como objeto aquellas «personas y entidades involucradas en la profundización de la cooperación militar entre Rusia y Corea del Norte, incluido el despliegue de tropas norcoreanas en el campo de batalla». «La profundización de la cooperación militar entre Rusia y Corea del Norte es una peligrosa expansión de la guerra de Rusia, con graves consecuencias para la seguridad de Europa y del Indo pacífico», ha manifestado.

La cartera diplomática ha indicado a través de un comunicado publicado en su página web que «también se han sancionado a objetivos de los sectores de defensa, transporte y finanzas de Rusia, y a quienes difunden desinformación para socavar a Ucrania y a gobiernos de todo el mundo».

«Hoy se cumplen tres años desde la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia. Durante tres años, Ucrania ha resistido valientemente la guerra de agresión ilegal e inmoral de Rusia. Australia lamenta la pérdida de vidas de ciudadanos y defensores de Ucrania y el costo generacional de la brutalidad rusa. Australia sigue apoyando a Ucrania«, ha declarado.

Nueva Zelanda se une a las sanciones

Otro país que se ha unido a esa oleada de sanciones ha sido Nueva Zelanda. «Mientras el mundo conmemora tres años desde la invasión rusa a Ucrania, el ministro de Exteriores, Winston Peters, ha anunciado sanciones adicionales contra entidades rusas y apoyo a la recuperación y reconstrucción de Ucrania«, ha anunciado en un comunicado la cartera diplomática neozelandesa.

Peters ha explicado que este nuevo paquete apunta «a 52 personas y entidades involucradas en el complejo militar-industrial de Rusia, su sector energético, el apoyo de Corea del Norte al esfuerzo bélico de Rusia y la reubicación forzada o reeducación de niños ucranianos».

Asimismo, ha indicado que Wellington proporcionará una contribución adicional de tres millones de dólares neozelandeses (1,64 millones de euros) al Fondo Fiduciario para la Ayuda, la Recuperación, la Reconstrucción y la Reforma, administrado por el Banco Mundial. Dicho Fondo, subraya, «apoya al Gobierno de Ucrania para mantener los servicios, realizar esfuerzos de ayuda (humanitaria) y planificar e implementar la recuperación, reconstrucción y reformas».

Peters ha lamentado que «la invasión ilegal de Rusia ha traído tres años de devastación para el pueblo, el medioambiente y la infraestructura de Ucrania». Desde el comienzo de la invasión, Nueva Zelanda ha impuesto sanciones a más de 1.800 personas y entidades rusas, así como «una variedad de medidas comerciales».

Redacción de Huffpost.

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