Netflix la acaba de estrenar como ‘true crime
La plataforma roja revive, a través de tres episodios, la desaparición de Anabel Segura, una chica madrileña que fue secuestrada por dos hombres en 1993 y de la que no se volvió a saber hasta 1995.
La adaptación de Patria, disponible en Max, inaugura un periodo en el que el audiovisual nacional revisita el horror etarra con títulos como la reciente La infiltrada. En esta última, se menciona el secuestro de Ortega Lara, cautivo durante más de 500 días por la banda terrorista. Sin embargo, y hasta el hallazgo de su cadáver, se creyó que Anabel Segura había estado secuestrada durante más tiempo, según recuerda la nueva serie de Netflix.
Disponible en la plataforma roja a partir del 22 de noviembre, 900 días sin Anabel repasa a través de tres episodios el secuestro y asesinato de Anabel Segura, perpetrado por dos personas que jamás habían tenido problemas con la justicia. Este caso fue adaptado por La huella del crimen en su última temporada, aunque se cambiaron los nombres de los implicados y varios detalles, como la fecha en la que todo ocurrió.
‘900 días sin Anabel’: sinopsis
El 12 de abril de 1993, Anabel Segura salió, como cada día, a correr por su vecindario. Por aquel entonces, Anabel tenía 22 años y estudiaba empresariales en Madrid. Su padre era un empresario de cierto éxito que, tras su buena fortuna en Alemania, había comprado una propiedad en el exclusivo barrio de la Moraleja. Sin embargo, aquella mañana ni él ni el resto de la familia de Anabel estaban en casa, sino en Marbella.
Una furgoneta interrumpió el recorrido diario de la chica. En ella, viajaban dos hombres de 35 y 38 años a los que Anabel nunca había visto. Uno se llamaba Emilio y trabajaba de transportista y el otro era fontanero y respondía al apodo de Candi. Ahogados por las deudas, habían planeado secuestrar a Anabel, pese a que su experiencia criminal era nula. Ninguno de los dos había cometido, jamás, el menor delito hasta entonces.
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Valeria Talavera. – Asistente Web Digital