El Salay una bonita danza Boliviana

El Salay es una danza folclórica boliviana originaria de los valles de Cochabamba, Potosí y Chuquisaca, caracterizada por su alegre zapateo, el galanteo entre parejas y la representación simbólica de la siembra y la cosecha.
Origen: Nació en el barrio de Jaihuayco (Cochabamba) y se expandió por los valles de Bolivia. Su raíz está en las festividades agrícolas y religiosas como Santa Vera Cruz y Todos Santos. El término Salay es un piropo cariñoso, similar a “viditay” o “mi cariñito”.
Características principales:

1) Zapateo enérgico: Es conocida como la danza del zapateo, donde los movimientos de los pies imitan al agricultor sembrando semillas.

2) Galanteo: El varón busca conquistar a la mujer con pasos graciosos y zapateos, mientras ella responde con elegancia y finalmente acepta el cortejo.

3) Simbolismo agrícola: Los pasos representan la fecundidad de la tierra y el ciclo de la siembra y cosecha.

4) Versos cantados: Hombres y mujeres intercalan coplas, muchas veces en quechua, acompañados por el sonido del charango.

5) Vestimenta colorida: Varón: sombrero, pantalón con bordados, camisa y faja. Mujer: pollera amplia, blusa bordada y sombrero adornado.


Música: Se baila al ritmo de huayños y tonadas vallunas, con instrumentos como el charango y la guitarra. El compás es alegre y rápido, lo que refuerza la vitalidad del zapateo.
Es una danza que une tradición agrícola con el cortejo amoroso, convirtiéndose en símbolo de identidad valluna. Hoy se practica en carnavales, festivales y ballets folclóricos, y ha trascendido fronteras como expresión cultural boliviana. En resumen, el Salay combina tradición, alegría y galanteo: un baile que celebra tanto la fertilidad de la tierra como el encuentro entre parejas, con zapateos vibrantes y música festiva que lo han convertido en una de las danzas más representativas de Bolivia.

Es una danza que une tradición agrícola con el cortejo amoroso, convirtiéndose en símbolo de identidad valluna. Hoy se practica en carnavales, festivales y ballets folclóricos, y ha trascendido fronteras como expresión cultural boliviana. En resumen, el Salay combina tradición, alegría y galanteo: un baile que celebra tanto la fertilidad de la tierra como el encuentro entre parejas, con zapateos vibrantes y música festiva que lo han convertido en una de las danzas más representativas de Bolivia.

“El SALAY consiste en una combinación de alegría, coqueteo, galantería, y esta vinculado a la siembra y cosecha. Básicamente es zapateo enérgica e intercambios de coplas entre el hombre y la mujer…”
MARBEL COCA AYALA, una de las danzantes y coordinadora del grupo.
“El SALAY representa a tres departamentos de Bolivia: en cuanto a la vestimenta es de Cochabamba; en cuanto a la tonada o “charangueada”, es Potosí y en el galanteo y las coplas es a Sucre”
PEDRO GUTIÉRREZ DÁVALOS (otro de los directivos del grupo)

EN MADRID LO CULTIVA Y LO DIFUNDE EL GRUPO FOLKLÓRICO
“SALAY 100 X CIENTO”

Proporcionado por Pedro Gutiérrez Dávalos
Área de Comunicaciones – Cooperando

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