La reciente serie de terremotos en Turquía, compuesta por dos eventos destructivos de magnitudes M7,8 y M7,5
ha sido generada por la activación de varias fallas del sistema de fallas del este de Anatolia (EAF, por sus siglas en inglés), que tiene más de 500 km de longitud y orientación noreste-suroeste.
Forma parte del límite entre las placas tectónicas de Arabia (al sureste) y Anatolia (al oeste), que conforman un punto triple de encuentro junto a la Euroasiática (al norte).
La placa de Arabia se desplaza hacia el norte colisionando con la Euroasiática al tiempo que la de Anatolia, con forma de cuña, sufre un movimiento de escape hacia el oeste.
La velocidad a la que esta se mueve hace que las fallas EAF tengan que acomodar deformaciones de entre 10 y 20 mm/año, que son unas velocidades altas.
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AndreaB. – Asistente Web Digital
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