Ucrania y Rusia están desplegando en la línea del frente robots terrestres experimentales equipados con ametralladoras.
La ciencia ficción nos prometió que las guerras del futuro las iban a combatir robots. Pues bien, ese futuro ya está aquí. En Ucrania, las fuerzas locales y los invasores rusos están combatiendo no solo con soldados y aviones, sino también con robots. Y no, no nos referimos solo a los drones: hablamos de máquinas terrestres dotadas de capacidad de fuego y que se pueden mover por el campo de batalla.
Ucrania está desplegando en la línea del frente contra las fuerzas rusas robots terrestres experimentales equipados con ametralladoras. Esta medida busca preservar la vida de los combatientes ucranianos en medio de la guerra que se desencadenó en febrero de 2022, tras la orden de invasión del presidente ruso, Vladimir Putin, y que hasta ahora no da señales de concluir.
La evidencia de esta estrategia se encuentra en imágenes y videos que han circulado en las últimas semanas. Estos materiales muestran una variedad de vehículos terrestres no tripulados (UGV) de fabricación ucraniana, que van desde robots especializados en tareas peligrosas de desminado hasta aquellos diseñados para participar directamente en enfrentamientos, según revela Wired.
Avances en ambos lados de las trincheras
Desde el inicio del conflicto armado, Ucrania ha buscado impulsar el denominado Ejército de Drones, invirtiendo miles de millones de grivnas en la adquisición de miles de componentes. Hacia mediados de septiembre de 2023, el ministro de Transformación Digital ucraniano, Mijailo Fedorov, informó que el país estaba llevando a cabo pruebas en situaciones de combate con su robot no tripulado Ironclad en el frente, según lo reportado por el mismo medio.
El Ironclad está equipado con una ametralladora o torreta de combate robótica, diseñado con la finalidad de participar en asaltos a posiciones enemigas, realizar misiones de reconocimiento y brindar apoyo de fuego, indicó Fedorov en ese momento. Además, posee la capacidad de desplazarse a una velocidad superior a los 19 kilómetros por hora.
Tanto Rusia como Ucrania están desarrollando Vehículos Terrestres No Tripulados (UGV) con el objetivo de «sustituir a los soldados humanos en ataques particularmente peligrosos y con muchas bajas», según señaló Samuel Bendett del Centro de Análisis Naval al mismo medio. Rusia, por su parte, ha creado robots, como el robot de combate Marker habilitado con inteligencia artificial, destinados para su utilización en Ucrania.
Bendett argumentó: «Estamos observando un patrón similar en ambos lados en cuanto a los avances en los UGV. Estos vehículos tienden a ser más pequeños, con el propósito de reducir las posibilidades de ser detectados por los omnipresentes drones aéreos». Estos vehículos de combate podrían llevar lanzagranadas automáticos, ametralladoras o armas antitanque, y ser controlados por operadores para atacar objetivos desde emboscadas o desde coberturas artificiales.
El énfasis ucraniano en los vehículos no tripulados no sólo es potencialmente pragmático frente a un enemigo con ventajas en vehículos de combate de infantería y poder aéreo, sino que también se ve envalentonado por logros anteriores en la guerra por control remoto.
Hasta la fecha, Ucrania ya ha logrado éxitos significativos utilizando UAV (vehículos aéreos no tripulados) o drones aerotransportados para atacar tanques rusos desde el inicio de su ofensiva en junio. En ese periodo, más del 40% de las pérdidas rusas han sido resultado de ataques ucranianos con UAV FPV (drones con visión en primera persona).
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Carmen Moreno. – Asistente Web Digital