El cambio en el delito de malversación que planteaba ERC para rematar la política de reducción de penas a los independentistas se abre paso en el Congreso.
El presidente del Gobierno
Pedro Sánchez, que nunca cerró del todo la puerta a esta posibilidad, pese a las críticas que genera no solo en la oposición, sino también en sectores del PSOE, ha dejado este martes muy claro en el Congreso que está dispuesto a aceptar esta reforma si ERC la plantea el viernes en una de las enmiendas que registrarán todos los grupos a la reforma del delito de sedición.
Política Psoe
Esta modificación legal es otro de los puntales, con los indultos a los líderes del procés, de una política del Gobierno del PSOE y Unidas Podemos que busca cerrar definitivamente la etapa del proceso independentista en Cataluña y sus consecuencias políticas y judiciales para iniciar una nueva de entendimiento. El presidente también ha abierto la puerta a hacer “ajustes técnicos” en la ley del solo sí es sí.
Durante una conversación informal con periodistas tras el acto de conmemoración del 44º aniversario de la Constitución Española, Sánchez se ha mostrado dispuesto a valorar las enmiendas de ERC a la reforma del delito de sedición que se tramita en el Congreso y que incluyan propuestas de modificación del delito de malversación, siempre que estos cambios no supongan rebajas de penas a los condenados por corrupción.
Este es el gran problema que genera esta reforma y que ha provocado el rechazo en sectores del PSOE y muchas dudas en otros grupos de la mayoría que sustenta al Gobierno.
Mientras la sedición solo afecta a los independentistas procesados, porque nunca se ha usado este delito, la malversación se utiliza a diario para condenar a corruptos de todo tipo.
La pregunta clave tiene difícil respuesta: ¿cómo reducir las penas por malversación sin que eso ayude a los corruptos que están condenados por este delito y por tanto, abra la puerta a revisiones de penas a la baja para estos delincuentes?
Sánchez no ha querido aclarar cómo se hará, y ha pedido esperar a las enmiendas del viernes, pero ha dejado claro que hay que “mirar el derecho comparado” de otros países para entender cuál sería la solución.
Otras fuentes del Gobierno han aclarado después que para entender cuál es la reforma que está encima de la mesa de ERC y del Ejecutivo hay que mirar los códigos penales de Alemania, Francia, Italia o Portugal, donde se hacen diferencias más claras entre los delitos de malversación cuando hay lucro personal o cuando no lo hay. Especialmente los tres últimos.
La idea que siempre defendió ERC, y ahora parece haber asumido el Gobierno, es que los procesados por malversación por el procés no tuvieron lucro, y por tanto, no pueden enfrentarse a condenas tan altas como las de un corrupto.
En el entorno del líder de ERC, Oriol Junqueras, hay varios cargos clave procesados por malversación por haber utilizado fondos públicos para promover un referéndum ilegal, y es precisamente este tipo de comportamientos el que la enmienda de los republicanos, que el Gobierno está dispuesto a estudiar, diferenciará con unas penas más bajas frente a los responsables públicos que sí se han lucrado personalmente con la corrupción. Hace dos semanas, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña acordó la apertura de juicio oral contra Josep Maria Jové, ‘mano derecha’ de Junqueras durante el procés, y Lluís Salvador, exsecretario de Hacienda, acusados de prevaricación, malversación, desobediencia y revelación de secretos. Y son estos cargos intermedios el origen del problema político que tiene ERC y que ha llevado a esta negociación con el Gobierno.
El entorno de Sánchez señala que la reforma del PP en 2015, que se hizo precisamente para endurecer las penas por corrupción en plena crisis del caso Gürtel, derivó en que no haya apenas diferencias entre la malversación con lucro personal y sin él. Y ese es el espacio que ahora están buscando el Gobierno y ERC para cambiar las penas por malversación, pero sin que eso suponga beneficiar a lo que el Ejecutivo entiende como corruptos, esto es los que se han lucrado, una línea muy fina y difícil de trazar jurídicamente, porque también hay condenas por corrupción sin lucro propio, por ejemplo los casos en los que se han destinado las comisiones a financiar a un partido.
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AndreaB. – Asistente Web Digital
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