Menos felices y más ansiosos; estas son las consecuencias de dormir mal

El funcionamiento emocional de las personas se ve afectado cuando se interrumpe su sueño, según revela un estudio

La pérdida de sueño no solo nos hace sentir cansados. Puede socavar nuestro funcionamiento emocional, afectar a nuestro estado de ánimo y causarnos ansiedad.

Lo ha visto un estudio que se publica en ‘Psychological Bulletin‘ que resume más de 50 años de investigación sobre privación del sueño y estado de ánimo.

El estilo de vida actual está relacionado con una pérdida en la cantidad y calidad de las horas de descanso. Según la Sociedad Española de Sueño (SES), la prevalencia de insomnio crónico se ha duplicado en España en las últimas dos décadas; así, el insomnio crónico ha pasado de afectar al 6,4% de la población adulta en el año 1999 a hacerlo sobre el 14%, lo que supone que 5,4 millones de personas sufren este trastorno del sueño en España.

«En una sociedad mayormente privada de sueño, cuantificar sus efectos sobre las emociones es fundamental para promover la salud psicológica», apunta la autora principal del estudio, Cara Palmer, de la Universidad Estatal de Montana (EE.UU.). «Este estudio representa la síntesis más completa de la investigación experimental sobre sueño y emociones hasta la fecha, y proporciona evidencia sólida de que los períodos de vigilia prolongada, la duración reducida del sueño y los despertares nocturnos afectan adversamente el funcionamiento emocional humano».

Los investigadores analizaron datos de 154 estudios que abarcan cinco décadas, con un total de 5.715 participantes. En todos esos estudios, los investigadores interrumpieron el sueño de los participantes durante una o más noches. En algunos de ellos, se mantuvo despiertos a los participantes durante un período prolongado. En otros, se les permitió dormir menos de lo habitual, y en otros se les despertó periódicamente durante la noche.

Cada investigación también evaluó al menos una variable relacionada con las emociones después de la manipulación del sueño, como el estado de ánimo autoreportado de los participantes, su respuesta a estímulos emocionales y medidas de los síntomas de depresión y ansiedad.

En general, los investigadores encontraron que los tres tipos de pérdida de sueño resultaron en menos emociones positivas como alegría, felicidad y satisfacción entre los participantes, así como en un aumento de los síntomas de ansiedad, como una frecuencia cardíaca rápida y mayor preocupación.

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Carmen. – Asistente Web Digital

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