La gripe A y la nueva cepa Covid amenazan navidades

Los casos de infecciones respiratorias crecen un 51% en la última semana. «Estamos al inicio de la epidemia. En dos semanas habrá muchas más infecciones», apuntan los neumólogos

Las mascarillas han vuelto. En realidad, nunca se fueron del todo, se quedaron en un cajón esperando a un nuevo virus. Si uno mira a su alrededor encontrará más de una cara medio tapada. ¿Ha vuelto el Covid? No, esta vez es la gripe A y que algunos comportamientos preventivos frente al coronavirus sí calaron. «Estamos al inicio de la epidemia. En dos semanas habrá muchos más casos», subraya Francisco Sanz Herrero, secretario del Área de tuberculosis e infecciones respiratorias de Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ).

Con los datos que recoge el Sistema de Vigilancia de Infección Respiratoria Aguda (SiVIRA), que se realiza desde el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), se vislumbra una curva ascendente, una nueva ola de infecciones respiratorias en las que la cepa A de la gripe y los casos de Covid son los protagonistas. «Todavía estamos a tiempo para que la gente que pueda solicite la vacuna [tanto de gripe como de Covid] para protegerse frente a una infección grave y las complicaciones de la misma», insiste Sanz Herrero.

El último informe semanal de SiVIRA, que acumula registros hasta el 17 de diciembre, recoge un aumento de la actividad gripal y la infección por VRS tanto en atención primaria como en hospitales, en el caso de Covid-19 hay un crecimiento de casos desigual en ambos escenarios. Los casos de infecciones respiratorias agudas (IRAs) han subido un 51% en la última semana: la tasa global sube de 523,4 a 793,9 casos por 100.000 habitantes. Por grupo de edad, las mayores tasas de IRAs se observan en niños menores de 1 año y de 1-4 años.

¿CÓMO ES LA GRIPE A ESTE AÑO?

Lo cierto es que, como apunta Sanz Herrero, «hemos recuperado la dinámica habitual de la epidemia estacional«. Tras varios años con el Covid como protagonista, «estamos viendo que primero llegan las infecciones de VRS (virus respiratorio sincitial) en niños y pacientes debilitados, después hay un crecimiento de los casos de gripe A y por último, en un mes, llegará la B». Y no duda en deslizar que «en la actualidad hay más casos de los que se registran oficialmente».

Según SiVIRA, el 98,6% de los virus gripales identificados son de tipo A (30,1% de AH3N2 y 69,9% de A(H1)pdm09 entre los subtipados) con un 31,1% de virus A no subtipado. «La cepa de mayor circulación es la contenida en la vacuna recomendada para este año», cuenta Sanz Herrero.

El portavoz de Separ recuerda cómo es el proceso infeccioso. «Son de cinco a siete días en los que se pasa un proceso febril y dificultad para respirar e, incluso, mucosidad«. Si estos síntomas persisten en el tiempo o se agudizan, «hay que pedir cita con el médico, para evitar complicaciones». También apunta que «no hay que emplear antibióticos, si estamos ante un virus. Lo único que hace es elevar el número de resistencias bacterianas».

Desde SiVIRA se apunta a un crecimiento muy elevado de la tasa de casos de gripe detectados en atención primaria que llega a los 159,2 por 100.000 habitantes, cuando en la semana anterior se quedó en las 68,2 infecciones. En cuanto a los ingresos, también sucede lo mismo: se pasa de 1,6 personas a 2,9 por 100.000.

Las formas graves pueden requerir hospitalización debido a la aparición de bronquitis. «Hay que evitar que la tos vaya a más y que la mucosidad cambié de color, si es así, también hay que consultar», repite Sanz Herrero. Por ello, el neumólogo recuerda que las medidas preventivas del Covid son «las que hay que tener en cuenta: vuelta a los test, las mascarillas y mantener actitudes preventivas con las personas de riesgo».

¿CUÁL ES EL IMPACTO DE LA NUEVA CEPA COVID?

Esta semana la OMS alertaba de la vigilancia de una nueva cepa de coronavirus. Lo primero que hay que descartar es un Covid-23, como ya se rumoreaba en redes sociales. Desde la Plataforma de Salud Global del CSIC, Fernando González Candelas, expone que «para nada se puede considerar esta variante como un nuevo virus. De hecho, sólo difiere de su linaje parental BA.2.86 en una mutación relevante, en la Spike: L455S. Sin embargo, tiene una capacidad de crecimiento bastante superior a BA.2.86 y en algunos países, incluido España, está aumentando rápidamente su frecuencia. Esto es lo que ha llevado a la OMS a ponerla en la lista de variantes de interés».

Las razones virológicas de esta alarma se deben a que «lo que se ha podido ver es el JN.1 siguen la tendencia de otras ómicron, en las que con el tiempo han cambiado su forma de entrar en las células, diferente a los que utilizaban las variantes preómicron, y el salto en JN.1 en cuanto a esta característica (medida en el laboratorio) es bastante pronunciado», cuenta otra de las investigadoras de la plataforma del CSIC, Mireia Coscollá Devís, directora de PathoGenOmics de I2SysBio.

Los datos de las cepas registradas en SiVIRA apuntan a un predominio en atención primaria de la variante XBB.1.5- like + F456L (53,50%), seguida de XBB.1.5-like (16,87%) y BA.2.86 (14.81%). Las predominantes en las últimas semanas han sido la XBB.1.5-like + F456L (41,79%) y BA.2.86 (41,79%). Sobre la JN.1 el último informe no hace mención.

González Candelas, catedrático de genética de la Universidad de Valencia y Fisabio, detalla que «el crecimiento estacional ha ido asociado a una variante u otra los últimos años, pero a ello contribuyen tanto las características propias del virus (y de esos linajes concretos) como a las condiciones epidemiológicas, que facilitan el aumento de los casos en ciertas épocas, como el inicio del invierno».

Y esto en qué se traduce a nivel clínico. Es decir, ¿qué síntomas produce? Como explica Coscollá Devís «este cambio supone que variantes preómicron entrarían bien en células del tracto respiratorio (con unos mecanismos determinados), pero las variantes postómicron (Y JN.1 de forma extrema) no entrarían tan bien en estas células, pero lo haría en células como las del tracto digestivo que tienes receptores de entradas ligeramente diferentes».

Sobre la evolución en el tiempo Coscollá Devís matiza que «estos hallazgos son recientes y deben ser confirmados, pero esos son los cambios más relevantes para la clínica que he visto publicados recientemente. Hay algunos datos de experimentos de neutralización por anticuerpos, y algunos estudios apuntan a que sería menos susceptibles a las defensas generadas por las variantes recombinantes. Son datos in vitro, en referencia a unos aspectos muy concretos de la inmunidad, así que no son suficientes para temer que las vacunas o las infecciones previas no protejan».

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Carmen. – Asistente Web Digital

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