Los territorios socialistas se dividen en un grupo más restrictivo, con el País Vasco, y otro menos, con Cataluña. Varias autonomías del PP diseñan sistemas que chocan con la ley de Educación
Las reglas para pasar de curso y obtener títulos oficiales en la Educación Secundaria Obligatoria serán distintas según dónde viva el alumno. Los sistemas que están diseñando los Ejecutivos autonómicos se dividen en tres grupos. Uno, más generoso, en el que los estudiantes promocionarán, al margen del número de suspensos, si la mayoría de sus profesores creen que están preparados y será positivo para su trayectoria académica, que será adoptado por la mayoría de territorios gobernados por los socialistas y Cataluña. Otro añadirá como condición que, para que un alumno pase con más de dos suspensos, dos tercios de los docentes estén de acuerdo, y será aplicado por tres comunidades del PSOE y el País Vasco. Mientras que un tercer grupo, integrado por autonomías del PP, sobre todo Madrid, Murcia y Galicia, establecen tantos requisitos que, según fuentes del Ministerio de Educación, desvirtúan la previsión de la nueva ley de educación, la Lomloe, de que la decisión sobre la promoción debe corresponder al equipo docente, y probablemente serán recurridos.
Durante los cursos de excepción pandémica las autoridades educativas han suavizado sus normas para compensar la dificultad del coronavirus, provocando un fuerte descenso de las repeticiones y aumentando las diferencias (que siempre ha habido) en las reglas sobre repetición utilizadas por las comunidades. Pero han sido soluciones de carácter temporal. Los sistemas que ahora están diseñando las comunidades tienen vocación de permanencia y se incluirán en la regulación que cada autonomía va a aprobar de sus distintas etapas educativas, los currículos. Con la normativa anterior, aprobada por el Gobierno del PP la pasada década, los alumnos repetían como norma general si tenían más de dos suspensos.
le que sus responsables impongan más condiciones.
El secretario autonómico de Educación valenciano, Miguel Soler, cree que, aunque la disparidad de regulaciones autonómicas puede influir en las diferencias en las repeticiones (que ya son distintas ahora), “su repercusión no será muy grande” debido a que la Lomloe solo permite que el alumnado repita una vez en primaria y otra en secundaria (la ley del PP permitía que lo hicieran dos veces). Por otro lado, en los últimos años y sobre todo en pandemia, España ya ha reducido mucho las repeticiones (4,2% del alumnado de la ESO en el curso 2019-2020). Durante mucho tiempo sus elevadas tasas de repetidores han convertido el caso español en una anomalía educativa dentro del mundo desarrollado, ya que siguiendo los consejos de la OCDE la mayoría de países habían ido reduciendo al mínimo una herramienta pedagógica considerada ineficaz para combatir el fracaso educativo.
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AndreaB. – Administrador Web Digital
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