Los bienes no alimentarios esperan una bajada en ventas del 60%; la electrónica se derrumbó un 50%; los supermercados perdieron un 20% de sus ingresos; y los proveedores venden a Argentina hasta un 40% más caro que a otros países.
Desde que Javier Milei asumió la presidencia y liberó precios, se desplomó un 30% lo que se denomina la «venta de frontera». Lo que quiere decir que los extranjeros que hace un mes cruzaban la frontera argentina para comprar aceite, harina, alimentos y hasta combustibles, han vuelto a comprar en sus países de origen, donde los precios —hasta hace poco— eran mayores que en Argentina. El efecto de las subidas de los precios, además, es que los supermercados también han perdido gran parte de su demanda interna.
La ilusión ideológica del presidente argentino de un mercado libre y autorregulado y una recesión que termine bajando precios, no sólo no está ocurriendo, sino que se está produciendo en el escenario opuesto. Los supermercados afirman que están comprando su mercancía hasta un 40% más cara que los comercios de los países limítrofes.
Niveles récord de caída
Fuentes de la industria no comestible, como la textil, esperan para este mes una caída en las ventas de, por lo menos, un 60%. Buena parte de este porcentaje lo sufrirá la industria de la construcción, que se abastece de bienes industriales. Con el Gobierno cerrando las obras públicas desde diciembre, este sector no dejará de bajar y despedir personal mensualmente.
En una reunión en la Cámara Argentina de la Construcción, la mexicana Coppel, que vende electrónica, textiles y otros bienes, expuso que sus ventas en electrónica cayeron 55% en diciembre. En ese mismo encuentro, otras empresas adelantaron que se vienen despidos y que muchos ya tomaron la decisión, como es habitual en las empresas, cuando Milei avisó en 2023 que vendría un proceso de estanflación.
En este contexto, el dato más preocupante lo pone el consumo básico, el de alimentos, bebidas y bienes de primera necesidad. Página 12 accedió a cifras de las primeras dos semanas de enero, correspondientes al conjunto de grandes supermercados. Si se observa el volumen de ventas por semana, en la primera se desplomaron un 19% en unidades y en la segunda casi el 6%. Hasta hoy, los supermercados observan una caída promedio del 15%.
Esto pasa en todo el país. Esos mismos datos de los distintos ultramarinos por regiones muestran que en CABA las ventas en enero caen un 12%, en el NOA un 16%, en Córdoba y zona núcleo un 12% y que el retroceso en Cuyo llega al 14%. En el Litoral sur, zona Corrientes y Entre Ríos, hay 8 puntos de caída en las ventas en unidades; mientras que en el Norte la bajada es mayor, de 16 puntos.
Si se atiende a los datos por sectores, la venta de electrónica en supermercados lleva caída interanual de un 40% en lo que va de enero, en productos de almacén la bajada es del 12%, en productos frescos de un 10% y textiles pierde un 14%.
Las subidas no cesan
Un alto dirigente papelero de la Unión Industrial (UIA), entidad que elaboró vía sus abogados la Reforma Laboral de Milei, afirmó hace unos días que Dow Chemical les vende el polietileno a 3 dólares a todas las industrias del país, producto que en el exterior cotiza a 1,9 dólares. Dow es la que produce casi la totalidad del polietileno, por lo que sus precios de fábrica explican buena parte de otros precios finales, como el de los envases de alimentos y limpieza. El 80% del valor final de una botella de detergente es el envase plástico, que se produce con lo que vende Dow.
El corrimiento del Estado de la subida de los precios, al fin y al cabo, es una orden de Milei a sus funcionarios. Nadie reacciona lo que ocurre: desde que asumió la presidencia y hasta la semana pasada, Coca-Cola, Nestlé y Unilever han notificad subidas del 10 al 20% todos los meses, y algunas por semana.
Proporcionado por Pagina12 y publico.es – La noticia completa aquí
Carmen Moreno. – Asistente Web Digital