El viernes 12 de noviembre, a las 8.37, un correo electrónico llegó a la bandeja de entrada de los facultativos del hospital de Getafe. La remitente era la directora médica del centro, Rosa Fernández Lobato, y el asunto del mensaje un “aviso ante pacientes sin CIPA / tarjeta sanitaria”. ¿La orden? Derivar a esos enfermos a centros privados para que allí paguen “la atención correspondiente”. Un mandato que un portavoz de la Consejería de Sanidad asegura que no proviene del Gobierno regional, ni por escrito ni de forma verbal, ni a ese ni a ningún otro centro público de Madrid; que tampoco ha llegado a los profesionales en una decena de hospitales más que han respondido sobre esta cuestión; que no forma parte de los protocolos vigentes del Ejecutivo regional y que choca en cierta medida con esa normativa.
En ese correo, enviado a cientos de sanitarios, se lee: “Estimados compañeros, en caso de que se detecte un paciente extranjero sin acreditación de CIPA [Código de Identificación Personal Autonómico de la tarjeta sanitaria pública madrileña] / tarjeta sanitaria, debe ser atendido si es urgente, y avisar de ello al servicio de Admisión, que confirmará este hecho o no. En caso de que este paciente se confirme no tiene aseguramiento público, debe enviarse a un centro privado donde pueda abonar la atención correspondiente. En el hospital no pueden atenderse pacientes en estas condiciones, ni darles cita de consulta o de incluir en lista de espera salvo que subsanen dicha acreditación. Un saludo”.