Gabriel Boric asume la presidencia de Chile, con promesa de cambio profundo

La investidura estuvo llena de simbolismos. El madantario anunció reformas hacia un nuevo modelo

El izquierdista Gabriel Boric juró este 11 de marzo como presidente de Chile en una ceremonia sin corbatas y con mayoría de mujeres en el nuevo Gobierno, que anticipa un cambio de timón en un país sacudido tras la crisis de su modelo social.

“Ante el pueblo y los pueblos de Chile, sí, prometo”, dijo el exlíder estudiantil cuando asumió el cargo en un inédito guiño a los pueblos originarios, que representan el 13 % de la población del país. Limpiando la emoción de su voz, el flamante presidente expresó un “gran sentido de la responsabilidad y el deber ante el pueblo”.

Con apenas 36 años, Boric se convirtió en el mandatario más joven de la historia chilena y el primero que no forma parte de los dos bloques que han gobernado el país desde el retorno a la democracia en 1990.

El nuevo presidente del Senado, el socialista Álvaro Elizalde, le impuso la banda presidencial a un Boric sin corbata, acompañado por su pareja, Irina Karamanos.

“Vamos a dar lo mejor de nosotros mismos para estar a la altura de los desafíos que tenemos”, dijo el mandatario en unas breves declaraciones a los medios a su salida del Senado, ubicado en la costera ciudad de Valparaíso, 150 kilómetros al este de Santiago. Luego, se subió a un Ford Galaxie descapotable, conducido por una agente de Carabineros, en otra señal inequívoca de que el feminismo será un eje central de su Gobierno, el primero del continente con más mujeres que hombres.

En el auto le acompañaba además la nueva ministra del Interior, Izkia Siches, la primera mujer en la historia chilena en ocupar la poderosa cartera.

El gobernante se bajó del auto tras recorrer unos metros para saludar a la gente que le esperaba fuera del perímetro de seguridad y partió para la vecina Viña del Mar para almorzar con las delegaciones internacionales.

Tras el almuerzo, partió a Santiago, donde recorrió subido en el descapotable algunas calles céntricas hasta llegar a La Moneda, sede del Ejecutivo, para pronunciar su primer discurso oficial como presidente.

“Es un cambio de mando ciudadano, un día histórico. Estamos en medio de un proceso constituyente y (este es) un Gobierno que plantea transformaciones profundas, paso a paso, pero profundas”, subrayó la nueva vocera del Gobierno, Camila Vallejo.

Defensor del proceso constituyente en el que está inmerso el país para enterrar la actual Constitución, heredada de la dictadura y de corte neoliberal, Boric ha prometido una profunda agenda de reformas para construir un modelo parecido al europeo.

Boric pretende iniciar un camino hacia un Estado de bienestar al estilo de la socialdemocracia europea, para cumplir su palabra de convertir a Chile, donde el 1% de la población posee el 26% de la riqueza, en “la tumba” del neoliberalismo.

A la toma de posesión acudieron los presidentes de Perú, Ecuador, Uruguay, Argentina, República Dominicana, Paraguay, Bolivia, el rey Felipe VI de España, la expresidenta brasileña Dilma Rousseff y el precandidato Gustavo Petro. Estados Unidos envió a su encargada para las pequeñas y medianas empresas.

Además de las delegaciones internacionales, Boric extendió invitaciones personales a un puñado de personalidades nacionales, entre las que se estaba Gustavo Gatica, el joven que se quedó ciego en la ola de protestas de 2019 y se convirtió en todo un símbolo de la violencia policial. También acudió a la ceremonia la escritora nicaragüense Gioconda Belli, una de las principales opositoras al régimen de Daniel Ortega.

El ministro de Hacienda de Chile, Mario Marcel, anunció su intención de hacer una primera subida del salario mínimo en 2022, minutos después de asumir la cartera y de que jurara como presidente el progresista Gabriel Boric. La elección de Marcel, expresidente del Banco Central y adalid de la consolidación fiscal, fue un claro guiño al centro por parte de Boric.

Otro reto que tendrá el nuevo presidente será aunar apoyos para la parte final del proceso constituyente que este año debe convocar un plebiscito para aprobar o rechazar una nueva Constitución para reemplazar a la heredada de la dictadura de Pinochet.

Para los expertos, el Gobierno de Boric supone el inicio de una nueva era política, puesto que el joven mandatario es el primer presidente que no forma parte de los dos grandes bloques de centro que gobernaron desde el retorno a la democracia en 1990 y es el más izquierdista desde Salvador Allende (1970-1973).

Cerrada Votación

El exlíder estudiantil se impuso en la segunda vuelta de diciembre por más del 55,8 por ciento de los votos y casi 12 puntos de diferencia, frente al ultraderechista José Antonio Kast.

El nuevo mandatario arranca con un gobierno feminista con 14 mujeres y 10 hombres, en el que la persona que tendrá más poder dentro del primer Gabinete es la independiente Izkia Siches, primera mujer que ocupará el cargo de ministra del Interior en Chile.

La ceremonia de investidura se llevó a cabo a partir del mediodía en el Congreso Nacional (10 a.m. hora en Colombia), ubicado en la ciudad de Valparaíso, con un estricto protocolo sanitario y limitación de aforos debido a la pandemia.

Al evento asistieron cerca de 500 invitados, frente a los 1.300 de investiduras anteriores, entre los que destacan 11 jefes de Estado o de Gobierno de todo el mundo
, entre los que se destacaron los presidentes Guillermo Lasso (Ecuador) y Luis Abinader (República Dominicana); el rey de España, Felipe VI, y el gobernante de Paraguay, Mario Abdo, quien destacó que la colaboración entre ambos países ha permitido “avanzar en un proceso de integración estratégica”.

Asimismo, asistieron el presidente de Perú, Pedro Castillo, quien le deseó “al compañero y hermano Boric (…) el mejor de los éxitos y que su gestión sea la que el pueblo necesita”, y los mandatarios de Uruguay, Luis Lacalle Pou; Bolivia, Luis Arce; además de los primeros ministros de Haití, Ariel Henry, y Guyana, Mark Phillips, y la representante del Gobierno de EE. UU., Isabella Casillas.

Una de las últimas tareas que ejecutó Boric antes de asumir el poder ocurrió este jueves cuando se reunió con el saliente mandatario chileno, Sebastián Piñera (que deja el poder con el 70 % de desaprobación), para ejecutar el tradicional proceso de empalme de poder.

Algo que sí fue extraordinario, y rompió los protocolos, fue la conversación que mantuvo el entrante presidente con el ministro de Asuntos Exteriores de Japón, Kiyoshi Odawara, quien le regaló una pokebola y un peluche a quien con apenas 36 años será el mandatario más joven de la historia de Chile.

EFE y AFP

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Antonio Talavera. – Administrador Web Digital

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