Es la escena terrible que deja la gran oleada de misiles que esta noche Rusia ha lanzado sobre media docena de ciudades ucranianas.
Mirando por la ventana, una madre maldice a los rusos por el ataque. Es el llanto y el grito de una mujer en estado de shock, ensangrentada, que enseña cómo han quedado las habitaciones de sus hijos, aún con sangre en la cara y las manos: “estamos todos ensangrentados. Aquí estaban durmiendo mis hijos. Por suerte han sobrevivido”, dice entre lágrimas.
Este bombardeo se produce después de que un avión militar ruso dejara caer, por un fallo técnico, una bomba en la ciudad rusa de Bélgorod. Putin no da tregua ni a sus ciudadanos, a quienes acorrala para sumarse al ejército.
La mayor cantidad de víctimas del ataque se han producido en un gran bloque de viviendas devastado en Uman. El número de muertos a causa de los bombardeos ejecutados durante la madrugada de este viernes por el Ejército de Rusia contra varios puntos de Ucrania ha ascendido a 19, incluidos 17 muertos por el impacto de un misil en un edificio residencial en la ciudad de Uman, en la región de Cherkasy. Rusia no cede. Ya ha levantado 800 kilómetros en territorio ucraniano y los bombardeos contra los civiles son fieros.
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AndreaB. – Asistente Web Digital
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