El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, podría enfrentarse a una orden de detención de la Corte Penal Internacional. Al respecto, Alemania está dividida entre razones de Estado y el derecho internacional.
Estos son exactamente los titulares que el Gobierno alemán quería evitar a toda costa: «El portavoz de Scholz insinúa que Alemania detendría a Netanyahu», titulaba el miércoles por la noche el diario Bild, el tabloide de mayor tirada del país. Por su parte, Die Welt también escribió: «Alemania extraditaría a Netanyahu, insinúa el portavoz del Gobierno».
¿Es eso realmente concebible? ¿Que Alemania detenga o incluso extradite al líder político del Estado israelí en el caso de que la Corte Penal Internacional emitiera una orden de detención contra el primer ministro, Benjamín Netanyahu?
Para el líder del partido más fuerte de la oposición, el presidente de la CDU Friedrich Merz, la mera idea es inaceptable: «El silencio del Gobierno alemán, hasta la insinuación del portavoz del Gobierno de que Netanyahu podría ser detenido en suelo alemán, supone realmente un escándalo», declaró Merz al diario Bild.
Solicitud de acciones legales contra Netanyahu y el ministro Gallant
El lunes (20.5.2024), el fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), el abogado británico Karim Khan, solicitó órdenes de detención por presuntos crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra contra Netanyahu y el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, así como contra tres dirigentes de la organización radical islámica palestina Hamás, clasificada como organización terrorista por numerosos países occidentales, entre ellos Alemania.
Debido al gran sufrimiento de la población de la Franja de Gaza desde que Israel respondiera militarmente al ataque terrorista de Hamás el 7 de octubre de 2023, Khan acusa específicamente a Netanyahu y a su ministro de utilizar la hambruna de la población de la Franja de Gaza como arma de guerra.
Las solicitudes de Khan deben ser ahora examinadas por el tribunal, que tomará una decisión al respecto. Entre las críticas que ha recibido Khan, es que ha puesto al mismo nivel al jefe del gobierno israelí y a los tres dirigentes de Hamás cuya detención ha solicitado.
Este es un tema que inquieta especialmente al líder de la CDU alemana, Friedrich Merz: «Solicitar al mismo tiempo la orden de detención contra el primer ministro Netanyahu y el dirigente de Hamás Sinwar es una inversión absurda de la relación agresor-víctima», declaró el líder democristiano.
Un Gobierno tenso
La rueda de prensa del miércoles de Steffen Hebestreit, portavoz del canciller Olaf Scholz, dejó claro lo difícil que le está resultando al Gobierno alemán adoptar una postura clara en este caso. Visiblemente tenso, Hebestreit tuvo que rebatir en un primer momento los rumores de que Scholz se había quedado «consternado» por el anuncio del fiscal jefe.
Hebestreit declaró: «No puedo informar de ninguna consternación o enfado. Hemos dejado muy claro que vemos la equiparación de forma muy crítica».
¿Sería siquiera legal una orden de detención contra Netanyahu?
¿Habría que valorar de forma diferente las acusaciones del tribunal con sede en La Haya por el hecho se ve afectado un Estado de derecho? De hecho, incluso los jueces internacionales tienen dudas sobre si Khan puede presentar una solicitud contra Netanyahu.
Según el experto en derecho internacional Constantin Ganß en el periódico berlinés Tagesspiegel , una de las reglas fijas de la CPI es que sólo puede actuar si el Estado en cuestión no quiere o no puede llevar a cabo investigaciones por sí mismo. En dictaduras, por ejemplo. Pero difícilmente en el democrático Israel.
El dilema del Gobierno alemán es que Alemania es uno de los principales defensores de la Corte Penal Internacional, que investiga delitos como el genocidio o los crímenes de guerra y dicta sentencias desde 2002. Contra individuos, no contra Estados. Sólo en 2023, el Gobierno alemán transfirió 20 millones de dólares a la CPI. 123 países apoyan a la organización, que no forma parte de Naciones Unidas. Pero Estados importantes como Estados Unidos e Israel no lo hacen.
Alemania y su relación especial con Israel
Por otro lado, el apoyo a Israel es una razón de Estado para Alemania, también como resultado de la historia más oscura de Alemania con el asesinato de millones de judíos durante la dictadura nazi. ¿Se aplica esto también al primer ministro Netanyahu personalmente? Hebestreit, el portavoz del Gobierno alemán, dijo: «En principio, apoyamos a la Corte Penal Internacional, y así es. Respetamos la ley y el orden».
Sin embargo, también criticó la actuación de Khan: «La ecuación es que el fiscal jefe decidió conceder una entrevista a la CNN, y allí mencionó la solicitud de órdenes de detención contra los tres dirigentes de Hamás, así como contra el primer ministro israelí y el ministro de Defensa, al mismo tiempo».
Ron Prosor, embajador de Israel en Berlín, criticó duramente tanto a Khan como al Gobierno alemán. «La razón de Estado está ahora bajo escrutinio, sin peros ni condiciones». Prosor calificó de «blandas» las declaraciones del Gobierno y añadió: «La afirmación de que Israel tiene derecho a la autodefensa pierde credibilidad si nos atan las manos en cuanto hacemos uso de ella.»
Otras reacciones en otros países
De hecho, otros Estados son mucho más claros en sus declaraciones que Alemania cuando se les pregunta si detendrían a Netanyahu. Hungría, por ejemplo, dice que no. El país apoya a la Corte Penal Internacional, dijo Gergely Gulyas, jefe de gabinete del primer ministro Viktor Orbán. Pero en caso de visita a Hungría, el jefe de Gobierno israelí no será detenido.
Y hace días, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, calificó de «indignante» la petición de La Haya. Sin embargo, Estados Unidos nunca ha apoyado a la CPI. En Alemania, la cosa es diferente y, por eso, mucho más complicada.
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Carmen Moreno. – Asistente Web Digital