El partido Socialista se hunde, azotado por un caso de presunta corrupción en el que está involucrado António Costa
La coalición de centroderecha Alianza Democrática (AD) ha logrado una ajustadísima victoria este domingo en las elecciones legislativas de Portugal, a falta de conocer el resultado del voto en el extranjero. La coalición, formada por el Partido Social Demócrata –el principal partido de la oposición–, y los partidos minoritarios CDS y PPM, se ha convertido en la fuerza con más representación en el Parlamento, con 77 escaños (29,6% de los votos), y aspira a recuperar el Gobierno nueve años después. El Partido Socialista (PS) ha visto cómo se desvanecía la mayoría absoluta obtenida hace apenas dos años y ha sido relegado a la segunda posición, con 75 diputados (28,7%), en una Cámara con 230 representantes.
Los resultados abren la puerta a un Ejecutivo de centroderecha, liderado por los partidos de AD junto a Iniciativa Liberal, que ha logrado mantenerse como cuarta fuerza política en el Parlamento con ocho diputados (5%). «Ante esta victoria electoral, es mi expectativa fundada que el señor presidente de la República, después de escuchar al resto de formaciones políticas, me pueda elegir para formar Gobierno«, ha dicho el candidato de AD y líder del PSD, Luís Montenegro. La suma de los dos partidos no será suficiente, sin embargo, para lograr una mayoría parlamentaria clara, lo cual obligará a Montenegro a buscar acuerdos con el resto de formaciones para llevar a cabo su agenda legislativa y lograr estabilidad.
Todos los focos están puestos ahora en el partido de extrema derecha Chega, que ha triplicado sus votos y se ha afianzado como tercera fuerza política, con 48 representantes (el 18% de los apoyos), gracias a su discurso populista y contra la corrupción. Su líder, André Ventura, ha insistido a lo largo de la campaña en su intención de entrar en el Gobierno a cambio de los votos su partido, un mensaje que ha vuelto a lanzar este domingo. «Hay una mayoría clara en el Parlamento entre Chega y el PSD. Sólo un líder y un partido muy irresponsables dejarán gobernar al Partido Socialista cuando tenemos en nuestras manos la posibilidad de hacer un Gobierno de cambio», ha asegurado.
Derrota socialista
A pesar de que todavía quedan cuatro diputados por adjudicar, correspondientes al voto en el extranjero, el líder del Partido Socialista, Pedro Nuno Santos, ha confirmado su intención de liderar la oposición. «No podemos mantener al país en suspenso otros 15 días cuando es casi imposible o muy improbable que el resultado del voto en el extranjero compense la diferencia que tenemos ahora», ha reconocido Santos, quien ha confirmado que no impedirá la formación de un Gobierno de AD en caso de que la coalición de centroderecha no logre los apoyos de Chega.
Los electores han penalizado a un PS muy perjudicado por el caso de presunta corrupción que obligó a António Costa a renunciar al cargo de primer ministro el pasado noviembre. Un escándalo por el que de momento no ha sido imputado, pero que ha acabado con la cómoda mayoría absoluta obtenida en 2022, cuando un 41% de los votantes dieron su apoyo a los socialistas. Los resultados han confirmado el hartazgo de una parte importante de los votantes con el actual Gobierno, a pesar de que el país ha logrado mantener la senda del crecimiento económico, reducir la tasa de desempleo y contener la inflación por debajo de la media de la Unión Europea.
Izquierda debilitada
La pérdida de apoyo de los socialistas ha supuesto una ligera mejora de los partidos de izquierdas, aunque no ha sido suficiente para mantener una mayoría progresista en el Parlamento. El Bloco de Esquerda se ha mantenido como la quinta fuerza más votada –con el 4% de los votos– y ha logrado conservar los cinco diputados obtenidos hace dos años, mientras que la coalición formada por el Partido Comunista Portugués y Los Verdes (CDU) ha perdido dos diputados y se sitúa como sexta fuerza con cuatro representantes.
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Carmen Moreno. – Asistente Web Digital