Xi culmina su gira por Europa, en la que apuntó a estrechar lazos y afianzar presencia comercial china

El presidente chino, Xi Jinping, cerró una gira de cinco días en suelo europeo, en la que visitó Francia, Hungría y Serbia. La visita después de cinco años del líder chino buscaba afianzar la presencia comercial de Beijing en el continente. Luego de conmemorar los 60 años de relaciones con Francia, Xi acabó su gira con un par de visitas a Hungría y Serbia, dos países con gobiernos de derecha nacionalista, donde firmó una serie de acuerdos económicos para la producción de autos eléctricos e impulsar las inversiones.

Hungría y China firmaron el jueves 9 de mayo una serie de acuerdos para profundizar su cooperación económica y cultural, durante la visita al país del presidente chino, Xi Jinping, en lo que fue una gira destinada a consolidar la presencia económica de Beijing en la región.

Hungría fue la última etapa de la gira europea de cinco días por tres países que Xi que concluye este viernes y en los que el presidente chino visitó también Francia y Serbia.

Hungría se ha afianzado como el aliado más cercano de Beijing en la Unión Europea (UE), en medio de las divisiones con Occidente por la guerra en Ucrania y el comercio mundial.

La visita del presidente chino a Hungría tiene un significado histórico, pero también pone de relieve la fuerte conexión personal entre los líderes de ambos países, según declaró el jueves el primer ministro húngaro, Viktor Orban, al afirmar que ambos se conocen desde hace muchos años.

Hemos decidido que, a título personal, a nivel nacional y sobre una base histórica, haremos todo lo posible por mejorar y elevar la cooperación de los dos países… Probablemente sorprenda que un líder de un gran país como el presidente de China visite Hungría durante dos o tres días. No es habitual”, dijo Orban sobre Xi, quien visitaba por primera vez Hungría.

Alianza geopolítica y económica contra viento y marea

Durante una alocución, el primer ministro Orban destacó que Hungría es el único país en el bloque que se opone al apoyo europeo a Kiev, resaltando no solo que Budapest favorece un cese al fuego y el inicio de negociaciones entre las partessino que respalda una iniciativa presentada por China para el fin de los combates y hostilidades entre Rusia —uno de sus más fuertes aliados— y Ucrania, respaldada por Occidente, la UE y Estados Unidos.

Una alianza que no solo es económica, sino geopolítica. Xi dijo que China aprecia a Hungría por seguir una política amistosa hacia China y apoyar inequívocamente a Beijing en asuntos relacionados con Taiwán, Hong Kong y los derechos humanos.

En un comunicado conjunto, el Gobierno húngaro declaró que Budapest “reafirma que solo hay una China en el mundo, que el Gobierno de la República Popular China es el único gobierno legal que representa a China. Hungría se opone a toda forma de actividad separatista encaminada a romper la unidad de China”.

Ahora que Orban, de extrema derecha y con posición más cercana o favorable a Rusia, ha extendido la mano para que China invierta en plantas que puedan producir baterías para autos eléctricos en Hungría —en una alianza que podría causar malestar en la UE, que actualmente desarrolla una investigación sobre estos autos y su competencia en el mercado europeo— se espera que China encuentre en Hungría un punto de apoyo en suelo europeo.

Hace días, uno de los temas en la agenda con el presidente francés, Emmanuel Macron, fue precisamente la producción de vehículos eléctricos chinos y las restricciones a la importación de estos autos por parte de reguladores europeos. La Unión Europea (UE) investiga actualmente las subvenciones a los autos eléctricos producidos en China, por ejemplo, para determinar si “amenazan con causar un perjuicio económico a los productores de dichos vehículos en la UE”.

Serbia: elogios al líder chino y la firma de 29 acuerdos con Beijing

En Serbia, otro país aliado, Xi y el presidente Aleksandar Vučić firmaron al menos 29 acuerdos comerciales, de cooperación e intercambio.

Las calles en Belgrado lucieron decoradas con las banderas china y serbia, en una exhibición no solo de celebración y respeto hacia el líder chino, sino del valor o la importancia que dan en este país a la alianza entre el presidente serbio, Aleksandar Vučić, líder del partido conservador Partido Progresista Serbio, a veces catalogado también de nacionalista, y Beijing.

En China, la gira de Xi fue monitoreada en redes sociales como una oportunidad para consolidar alianzas y ampliar el intercambio comercial y la presencia de productos chinos en el mercado europeo, pero especialmente la visita a Serbia era percibida también como una oportunidad para mostrar una imagen anti-OTAN y antiestadounidensesegún destacó Yena Lee, corresponsal de France 24 en Beijing

Le dije que, como líder de una gran potencia, será recibido con respeto en todo el mundo, pero la reverencia y el amor que encuentra en nuestra Serbia no los encontrará en ningún otro lugar”, pronunció el presidente Vučić tras una ceremonia de bienvenida frente al Palata Srbije, un palacio medieval usado para visitas de Estado.

De hecho, Vučić también dio muestras casi de veneración hacia el líder chino, diciéndole que en ningún lado se le reverencia como en Serbia y —también— afirmando que “el cielo es el límite” cuando se trata de acuerdos e intercambio comercial entre los dos países. Ambos líderes firmaron una declaración conjunta, con compromisos comerciales entre los que se incluía la compra de trenes chinos, la expansión y establecimiento de nuevas conexiones aéreas y el aumento de las importaciones serbias.

Serbia ha apoyado en repetidas ocasiones las reivindicaciones de China sobre Taiwán y, a su vez, Beijing ha respaldado durante mucho tiempo las aspiraciones territoriales de Serbia sobre la provincia separatista de Kosovo.

Francia: el espinoso debate sobre Ucrania y el balance comercial ansiado por Macron

La visita a Francia, sin embargo, probó ser más compleja, dadas las posiciones de ambos países en cuanto a la guerra en Ucrania: Beijing es un fuerte aliado de Rusia. De hecho, el presidente ruso, Vladimir Putin, visitará este mes China, en una esperada gira que se cree podría acercar más a ambas potencias.

Antes del inicio de la guerra en Ucrania, China y Rusia firmaron un acuerdo de “colaboración sin límites” y han mantenido estrechos vínculos desde el inicio de la guerra.

Macron dice haber conseguido “el compromiso de las autoridades chinas de abstenerse de vender armas a Moscú y a controlar estrictamente la exportación de bienes de doble uso”

La inteligencia de EE. UU. asegura que China ha vendido a Rusia, en los últimos años, equipamiento con el que Moscú podría fabricar armas. Pero estas declaraciones parecieron no encontrar eco en el presidente chino, quien destacó que Beijing no hace parte del conflicto: Xi señaló que tanto China, como Francia y la UE desean ver un pronto alto el fuego, fin de las hostilidades y retorno de la paz en Europa, y apoyan una solución política de la crisis: “China no provocó la crisis de Ucrania, y tampoco es una parte involucrada en la misma”, dijo.

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Carmen Moreno. – Asistente Web Digital

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