Cuanto más bombardea Rusia a Ucrania, más se cuestionan las líneas rojas en Occidente. Algunos países abogan por ataques en Rusia, otros podrían enviar instructores. ¿Habrá también una zona de exclusión aérea?
Parece que se hubiera roto un dique. Durante su visita de Estado a Alemania, el martes (28.05.2024), el presidente francés, Emmanuel Macron, pidió que se permita a Ucrania atacar objetivos militares en Rusia con armas occidentales. El canciller alemán, Olaf Scholz, no se opuso, y afirmó que el derecho internacional lo permite. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ya se había manifestado a favor de ello, al igual que representantes gubernamentales de Gran Bretaña, Polonia y los países bálticos. Hasta este momento, Estados Unidos y Alemania se habían opuesto a ello, alegando temores de una escalada.
Con armas occidentales contra el avance ruso
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, acentúa su campaña en las capitales europeas para que se le permita romper ese tabú. Actualmente, su país es mucho más débil que antes, también porque Estados Unidos no le entrega armas desde hace meses. En el noreste de Ucrania, cerca de la frontera rusa, Rusia ataca diariamente con bombas y cohetes la segunda ciudad más grande de Ucrania, Járkiv. El Ejército ruso logró ganar terreno en algunos lugares y, según informes ucranianos, está reuniendo fuerzas para un avance posiblemente aún mayor. Hasta ahora, Ucrania sólo ha respondido con sus propias armas a objetivos en el territorio internacionalmente reconocido de Rusia. La restricción no se aplica a los territorios ocupados por Rusia en Crimea y el este de Ucrania, donde el Ejército ucraniano también puede utilizar armas occidentales.
Jahara Matisek, teniente coronel de la Fuerza Aérea estadounidense y profesor de la Escuela de Guerra Naval de EE. UU., cree que Ucrania no podrá defender ciudades como Járkiv sin ataques con armas occidentales a las posiciones rusas cerca de la frontera. Permitir que Rusia tenga un «refugio seguro en su propio territorio» es una «mala estrategia militar», afirma Matisek en entrevista con DW.
¿Instructores militares en el oeste de Ucrania?
También otros tabúes se resquebrajan. La presencia de tropas de algunos países miembros de la OTAN en Ucrania parece ahora posible. Olexandr Syriskyj, teniente coronel de las Fuerzas Armadas de Ucrania, dice haber firmado documentos sobre la presencia de instructores militares franceses. Pero Francia relativizó esa información. En medios parisinos se habló de conversaciones al respecto. Macron anunció ahora que la semana próxima presentará un plan para un envío de instructores.
Ese podría ser un primer escenario, dice el experto francés en política exterior Nicolas Tenzer a DW: «Francia posiblemente esté dispuesta a hacerlo, lo más rápidamente posible”. Los emplazamientos podrían ser Lviv (Leópolis) o Kiev. Si Francia envía instructores a Ucrania, no estaría sola. Tampoco Polonia descarta enviarlos, ni los países bálticos.
Instructores contra la falta de personal en el frente
«A medida que Rusia avanza, la OTAN considera enviar entrenadores a Ucrania”, tituló el New York Times a mediados de mayo. Esto permitiría al gobierno de Kiev entrenar más rápidamente que antes a los soldados recién movilizados que se necesitan con urgencia y desplegarlos en el frente, según el periódico. La restricción más importante parece ser: no realizar operaciones de combate directo con Rusia.
Jahara Matisek cree que enviar instructores es fácil de implementar. «Se podrían enviar fácilmente algunos miles de efectivos occidentales a Lviv como parte de una misión de entrenamiento», afirma. La Unión Europea ya tiene una misión de entrenamiento de este tipo y podría trasladarla a Ucrania, señaló Matisek, quien en abril, como coautor de un artículo en la revista estadounidense Foreign-Affairs, pidió un papel de liderazgo para los europeos.
Su propuesta, que sin embargo no está a consideración en el debate político, va aún más lejos: los países occidentales podrían desplegar tropas a lo largo de la frontera ucraniana, y hacia el interior, hasta las orillas del mayor río ucraniano, el Dniéper, según Matisek. «Creo que esto enviaría una señal muy clara a Putin de que Occidente ya no tolerará más conquistas territoriales en Ucrania», explica Matisek. «Si los europeos hicieran eso, liberarían hasta 20 brigadas ucranianas que luego podrían trasladarse más cerca del frente».
También hay críticos de esta idea en los círculos profesionales. Algunos acusan a Macron y sus partidarios de exponer las líneas divisorias europeas.
Zona restringida de exclusión aérea
Si Occidente realmente enviara tropas a Ucrania, esto también significaría «más defensa aérea» para protegerla, según el experto militar estadounidense Matisek. En Alemania, algunos políticos y expertos abogan por que los países de la OTAN derriben drones y misiles rusos sobre el oeste de Ucrania desde su propio territorio.
A principios de mayo, los miembros del Bundestag se mostraron abiertos a esta idea, según un informe del diario Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung. Allí se nombró a Roderich Kiesewetter, de la oposición de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), pero también a representantes de los partidos gobernantes: Markus Faber, del liberal FDP, Agnieszka Brugger y Anton Hofreiter, de Los Verdes. Se trata de la sugerencia que hace, entre otros, el experto de la Conferencia de Seguridad de Múnich, Nico Lange. La idea: proteger desde países como Polonia el cielo sobre el oeste de Ucrania hasta unos 70 kilómetros de profundidad.
Esa sería efectivamente una zona restringida de exclusión aérea. Sin embargo, el canciller Olaf Scholz se opone a cualquier implicación de la OTAN y critica tales ideas. Scholz lleva semanas haciendo campaña para que se realicen más entregas de sistemas de defensa aérea a Ucrania. Alemania envió recientemente dos más: un Patriot y un IRIS-T.
El experto militar Matisek entiende la cautela de Alemania hacia Rusia, por razones históricas. Sin embargo, considera aceptable el riesgo de una escalada. Si el despliegue occidental sigue siendo limitado y los misiles y drones rusos se lanzan sólo sobre Ucrania, pero no sobre la propia Rusia o Bielorrusia, aliado de Rusia, entonces se trataría de una «misión casi humanitaria», dijo Matisek.
No todo el mundo lo ve así. Una zona restringida de exclusión aérea sería particularmente difícil de implementar, dicen observadores occidentales. Hasta ahora, ningún jefe de Estado de ningún país de la OTAN se ha pronunciado a favor de ello. Y Rusia amenaza con que los soldados occidentales en Ucrania pueden convertirse en blanco de ataques rusos. Rusia también ha justificado los recientes ejercicios de sus tropas con armas nucleares tácticas diciendo que algunos países occidentales podrían enviar soldados a Ucrania y permitir que Kiev ataque territorio ruso con sus armas.
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Carmen Moreno. – Asistente Web Digital