La cosa viene de lejos pero se ha agudizado en los últimos meses.
En la Comunidad de Madrid la señora Rocío Monasterio se permitió en el mes de noviembre no votar los Presupuestos de la región lo cual redundó en el perjuicio de muchas inversiones y sobre todo en el perjuicio de mucha gente.
Pero a ella y a su partido no le importó votar con la izquierda un NO como una casa, algo que la presidenta de Madrid no le perdonará nunca a Rocío Monasterio.
Ése ha sido el mayor desencuentro entre ambas políticas que había empezado muy bien, y con mucha colaboración aparente, hasta que todo se fue yendo a paseo, probablemente por decisiones de más arriba.
El caso es que la presidenta y la líder de Vox han acabado de espaldas la una de la otra, con mucho mayor peso la presidenta de la Comunidad de Madrid, que no en vano está ahora a cuatro diputados de la mayoría absoluta y la señora Monasterio cuenta con sólo 13 de los suyos.
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AndreaB. – Asistente Web Digital
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